¿Recuerdan
cuándo salieron de la primaria y pensaban que la amistad con sus compañeros de
clase sería para siempre, o cuándo se mudaron
de casa y prometieron nunca perder el contacto con sus vecinos, o cuándo al
salir de la universidad juraron que harían reuniones mínimo una vez al año
porque la amistad que tenían era diferente a las demás, verdadera, que valía
más que nada en el mundo y que merecía durar toda la vida?
El “para
siempre” ¿es algo que aún no se acaba? Desafortunada o afortunadamente en la
mayoría de los casos, esto no sucede, cada vez que entramos a una nueva escuela
o conseguimos otro trabajo, nuestros intereses, la forma en la que actuamos,
pensamos y hasta en la que vestimos cambia y junto con ello, los amigos.
Ahora, no es como hace algunos
años, cuando anotábamos en un papelito, o ya si éramos muy organizados, en una agenda, los teléfonos de las personas que nos
interesaban y que deseábamos algún día llamar o ver, con nuestro puño y letra
escribíamos su nombre y datos para localizarlo y si por alguna razón ese
papelito o esa agenda se nos perdía u olvidaba en algún lugar, sentíamos que
nunca más podríamos volver a hablar o ver a esas personas, ya que no había Internet (o sí había pero no lo usábamos de la forma en que hoy lo hacemos) u
otro medio para localizarlas.
Por eso, para
solucionar esos eventos desafortunados de la vida, en la actualidad tenemos teléfonos inteligentes
que almacenan datos, correos electrónicos, fotos, direcciones y más de las
personas que queremos; también tenemos las redes sociales y Google, ahí podemos
encontrar lo que sea, ya que todo, hasta lo que no queremos, está en la nube,
por lo que nunca más nos volveremos a preocupar por perder un papelito. Digamos
que, en ese y otros muchos aspectos, la tecnología, nos ha hecho la vida muy
fácil.
Sin embargo, a
pesar de las muchas formas que tenemos para acercarnos a nuestros amigos, ex compañeros,
conocidos y personas con las que coincidimos en el pasado, no las
utilizamos. Me refiero a ¿Han vuelto a ver a esos amigos que prometieron nunca
dejar? De las tantas veces que a través de las redes sociales o grupos de
Whatsapp se han organizado para hacer una fiesta, una reunión “de generación” o algo similar
¿Alguna se ha llevado a cabo?
La verdad es
que nuestra rutina, estilo de vida y tal vez un poco de decidía, nos
impiden reservar dos o tres horas para ver o a lo mejor hablar por teléfono con
las personas que antes eran nuestros incondicionales y confidentes, con los que
pasábamos horas y horas diciendo o haciendo bobadas, jugando, peleando o
simplemente buscándole formas a las nubes. Pero ¿Por qué no lo hacemos? Al
igual que, seguramente, muchos de ustedes, varios desconocemos la razón de por qué
dejamos de buscarnos.
Por supuesto
no estoy diciendo que seamos unos solitarios y que andemos vagando por la vida
sin que nadie nos eche un lazo, sin amigos ni nadie que nos quiera, NO, sé que
muchos de nosotros sí tenemos esa fortuna, tener un amigo o varios desde hace
muchos años, pero de esos no estoy hablando, sino de las personas con quienes
convivimos, jugamos y hasta quisimos pero que no hemos vuelto a ver.
Hayan sido
muchas o pocas, para nosotros esas personas valían la pena, estaban en nuestra
vida por alguna razón, algo nos hizo estar cerca de ellas y compartir nuestra
infancia, adolescencia o juventud a su lado, tal vez nos juntamos con el bufón del
salón pero que para nosotros siempre tuvo un momento de seriedad para escucharnos,
o el borracho que no salía de la fiesta pero que tampoco quería ir sin nosotros,
o la presumida y alzada que sólo a nosotros nos confesó que tenía graves
problemas de autoestima y por eso actuaba así, o el intelectualoide que nunca
dudó en pasarnos la tarea o ayudarnos con el trabajo final porque siempre supo
que dentro de nosotros, también había una persona inteligente.
Acaso no se
preguntan ¿Qué fue de esa amiga con la que todos los niños querían andar? ¿Olerá
igual ese amigo que era muy buena onda pero parecía que no usaba desodorante?
¿Habrá crecido un poco la chica inteligente que media 1.40 mts?
Gaby Romo
No hay comentarios.:
Publicar un comentario